"Necesitas que los jugadores puedan hacer lo que hemos hecho nosotros"

Durham está a punto de finalizar el ascenso a la División Uno del Campeonato del Condado por primera vez desde 2016. Esta es la historia interna de su resurgimiento, desde la mitad inferior de la tabla hasta los pioneros clínicos.

“El orgullo de representar al noreste es otra cosa”, dice Scott Borthwick, mientras cae la lluvia fuera de su ventana. “Supongo que no puedes describirlo hasta que vivas aquí, pero los jugadores extranjeros siempre quieren volver. Es un lugar realmente especial”.

La fuerte atracción regional en Durham no se parece a ningún otro lugar del país. Escondido y geográficamente fuera del alcance de muchos en el resto del país, se ha perfeccionado y ha proporcionado una base para muchos grandes actuales y pasados. Pero, desde los acontecimientos de 2016, el condado ha tenido problemas fuera del cricket de primera clase.

Ese año toca una fibra sensible entre los leales a Durham. Las sanciones impuestas por el BCE por no poder hacer frente a sus deudas fueron devastadoras y objetivamente duras. Durham terminó cuarto ese año en el campeonato del condado, pero descendió, se le impuso una penalización de 48 puntos para la temporada siguiente y se le impuso un tope salarial revisado que se mantuvo hasta 2020. El resultado fue un éxodo de jugadores y años en la naturaleza periférica.

Además de que algunas de sus chispas más brillantes se consumen en los deberes de Inglaterra, Durham ha pasado los últimos seis años luchando por terminar consistentemente en el medio de la tabla de la División Dos. El año pasado, sus 14 partidos produjeron tres victorias y terminaron sextos en la liga de ocho equipos. Ese estancamiento del progreso significó que, en 2022, Riverside estuvo poco más cerca de exhibir nuevos cubiertos que inmediatamente después de la intervención del BCE.

Pero, a los pocos meses del final de la temporada pasada, todo cambió.

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Durham ha dominado la División Dos del Campeonato del Condado este año. A falta de tres partidos, tienen 40 puntos de ventaja en la cima de la tabla y el ascenso está prácticamente sellado a finales de julio. Y lo han logrado jugando cricket de alto ritmo y alto octanaje, con declaraciones audaces, índices de carreras vertiginosos y bolos de ataque, todas las características de su campaña.

"En Durham, intentamos equilibrar la valentía y la imprudencia", dice el entrenador en jefe Ryan Campbell. "Consigue ese equilibrio y podrás anotar rápido, y queremos anotar lo más rápido que podamos".

La nueva filosofía de Durham, por supuesto, les resultará familiar a los seguidores del equipo de prueba masculino de Inglaterra. Pero si bien no es una coincidencia que la transformación de Durham refleje la supervisada por su propio Ben Stokes, fue la llegada de Campbell lo que encendió su cambio de suerte.

Recién salido de seis años como entrenador en jefe de Holanda, Campbell llegó a Riverside en diciembre del año pasado listo para un nuevo desafío. Al observar Inglaterra en 2022, vio una filosofía que tenía ecos de su carrera como jugador en una era dorada para Australia Occidental, una visión de sentido común de encontrar una manera de ganar mientras se entretiene. Aplicarlo a Durham –como Inglaterra, hambrienta de éxito y lista para una revolución– fue el paso obvio.

"La forma en que nos criaron en Australia, odio decirlo en mi época, pero tuvimos la suerte de jugar en una era en la que había que anotar rápido", le dice a Wisden.com. “El entrenador de mi academia era Rod Marsh y nos convenció de que, como bateadores, necesitábamos entretener a la gente y que la única forma de ganar un juego de cricket de cuatro días es tomando 20 terrenos.

“Así es como han jugado los australianos desde el principio. 'Bazball', como quieras llamarlo, lo que ha hecho Inglaterra ha potenciado absolutamente esa teoría y es fantástico”.

Durham tuvo una idea de cómo podría funcionar el estilo de Campbell antes de que comenzara su campaña por el Campeonato del Condado. "Tuvimos seis partidos de pretemporada en Zimbabwe y los ganamos todos", dice Borthwick. “No nos preocupamos por la carga de trabajo de los bolos y cosas así, simplemente intentamos ganar. La forma positiva de pensar es: ¿cómo podemos ganar en esta situación?

Y, sin embargo, por muy claros que hayan sido los resultados, la nueva forma de actuar de Durham tardó en asimilarse. Su primer partido terminó en una derrota de dos terrenos. A pesar de anotar 376 en 80 overs en las primeras entradas, un colapso de 150 permitió que Sussex volviera a entrar. El problema, dice Campbell, no era lo suficientemente difícil.

"De hecho, nos metimos en nuestro caparazón en esa segunda entrada porque perdimos ventanillas", explica. “Una vez que regresas a ese caparazón y no buscas anotar, te das cuenta de que te quedas atascado en el pliegue y en realidad no bateas tan bien ni con tanta libertad. No te colocas en las posiciones correctas para dejar ir las bolas. Fue una gran experiencia de aprendizaje para nosotros porque teníamos ese juego listo y lo arruinamos en 30 o 40 minutos de cricket”.

Desde entonces, Durham ha sido imparable, con una racha de cinco victorias en ocho partidos sólo detenida por un par de empates afectados por la lluvia. Y, sin embargo, su temporada no ha estado exenta de peligros. En su segundo juego, le dieron a Worcestershire un 315 alcanzable para ganar en 72 overs. Durham se arriesgó a dos derrotas de dos y a un lugar al pie de la tabla. Fueron recompensados ​​con una primera victoria de la temporada. "Es una declaración bastante generosa", dice Borthwick. “Si dos buenos jugadores entran y anotan rápidamente, pueden ganar el partido. Pero como teníamos esa mentalidad positiva y salimos al campo a cazar ventanillas y desesperados por ganar, obtuvimos nuestra recompensa por ser valientes. Que esto continúe por mucho tiempo porque estamos jugando muy bien al cricket.

“La mentalidad de Ryan es que quiere que el juego avance. Quiere que seamos positivos, muchas veces me empuja con ganas de declarar.

“Solía ​​odiar el cricket del condado de la vieja escuela, donde se juega por empates y creo que el cambio en los puntos también, pasar de ocho puntos por empate a cinco ha cambiado la mentalidad de mucha gente. Los equipos están empezando a mostrar un poco de zanahoria e intentar ganar”.

Una victoria por un terreno contra Yorkshire fue decisiva, con una grada de 71 carreras en el noveno terreno resucitando a Durham antes de terminar a dos de la victoria, y sirve como recompensa adicional por los riesgos asumidos anteriormente: al experimentar situaciones de alta presión, Estaban más preparados cuando llegó el siguiente. También demostró cómo han refinado su enfoque, con esa retaguardia crucial ocupando casi 30 overs mientras Ben Raine y Matthew Potts se atrincheraban.

Esta ha sido otra característica de la campaña de Durham, con un ataque total refinado, momentos seleccionados y jugadores de bolos enfocados. Una postura de dos siglos entre Robinson y Graham Clark y Leicestershire es el ejemplo perfecto. Se unieron a un respetable pero aún no dominante 221-4, y se tomaron su tiempo para prepararse, agregando 59 carreras tranquilas en 21 overs. Tres cuatros en tres bolas de Clark señalaron un cambio de intención, y en los siguientes 23 overs se acumularon 137 carreras.

“Hay que presionar a los jugadores y reconocer el momento para hacerlo”, explica Robinson. “Dime, si te apetece un jugador de bolos y piensas bien, puedo llevarlo aquí. Por ejemplo, contra Leicestershire, la pelota Kookaburra fue bastante suave y el campo fue bastante plano. Pero simplemente estaban lanzando bolos rectos y estableciendo campos rectos, por lo que era difícil anotar. Pero cuando llegó la nueva pelota, probablemente llegamos a ocho por encima.

“Así que, en realidad, compensas ir a dos o tres más con ir a ocho en un momento diferente del juego. Se trata de absorber la presión cuando no es fácil y luego, una vez que logras afianzarte, puedes retroceder”.

Las estadísticas de la campaña de Durham hasta el momento merecen una lectura. Su tasa de carreras promedio esta temporada es de 4.35 carreras por encima, mientras que, desde el primer juego de la temporada, solo han sido eliminados por menos de 400 tres veces en 17 entradas. Individualmente, seis de sus jugadores tienen promedios superiores a cincuenta esta temporada, y sólo uno en ese grupo ha anotado con una tasa de strike inferior a 70. "Muchos equipos vienen y juegan contra nosotros", dice Robinson, "y, debido a que "Nos han visto anotar cuatro o cinco puntos y más, incluso antes de comenzar el juego, sienten que están un poco a la defensiva".

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"Necesitas que los jugadores sean capaces de hacer lo que hemos hecho nosotros", dice Campbell, y mientras jugadores como Alex Lees y Potts, al margen de la selección de Inglaterra, han destacado, el de Durham ha sido un esfuerzo de grupo. Es una declaración simple de Campbell, pero reveladora, y por mucho que el cambio de Durham haya tenido que ver con su plan de juego, también tiene que ver con el reclutamiento.

Robinson, tentado a alejarse de Kent, quien se encontró con un exceso de bateadores-porteros explosivos, ha sido el destacado. Tiene 764 carreras con tres siglos, el último un invicto 167, y ha anotado una tasa de strike de 85,45, la más alta de cualquiera con más de 100 carreras en la División Dos. Ha sido altamente calificado durante mucho tiempo, pero la escala de su mejora es notable: en 20 entradas el año pasado, Robinson hizo 497 carreras con 27,61 sin un siglo.

"Se trata de ser positivo y aprovechar al máximo tu capacidad", explica. "Las estadísticas sobre Ben Duckett que apenas deja balones son muy similares a las mías, yo no dejo muchos balones".

Robinson bien podría encajar en el molde de Bazball y los mensajes del hombre más importante son alentadores. "Stokesy habla con Scotty Borthwick todo el tiempo y sabe cómo lo vamos a hacer", dice Campbell. “Espero que los comentarios recibidos hayan sido muy positivos. Le encanta la forma en que jugamos. Los hechos son que envía mensajes todo el tiempo, vigilando nuestros índices de puntuación y diciendo que probablemente somos el único equipo que lo ha hecho bien este año en el cricket del condado”.

Durham merece crédito por reconocer a un jugador con potencial y cultivar el entorno para que florezca. Si esa es la clásica historia del buen reclutamiento, entonces la política de giro de Durham muestra un equipo listo para ser creativo tanto dentro como fuera del campo. A pesar de la reputación de Chester-le-Street como un paraíso para los cerradores (Raine, en la cima de las listas de wicket con cinco lances de cuatro wicket, ha sido vital), Campbell insistió en que un jugador de bolos lento de clase Test era clave.

"La primera vez que hablé con Marcus (North, director de cricket de Durham), dije que realmente necesitaba una ruleta", dice Campbell. “Se rió de mí porque pensó que los números no funcionarían para eso en Riverside. Pero investigamos y hablamos extensamente sobre ello.

“Ambos somos de Perth, que es reconocido como uno de los terrenos más rápidos del mundo y la gente habla maravillas de los jugadores de bolos rápidos, pero la realidad es que nunca jugamos un juego sin una ruleta. Siempre entendimos lo importante que sería un hilandero de calidad para asegurarnos de que nuestros lanzadores rápidos descansaran y no estuvieran haciendo el trabajo de burro”.

Ajaz Patel, Matt Kuhnemann y Matt Parkinson han estado en los libros de Durham esta temporada, el club logra el equilibrio entre los jugadores mejor calificados con un punto que demostrar, permitiéndoles mantener sus chequeras equilibradas.

"Si existe la opción de conseguir un hilandero de prueba, o alguien que sea muy bueno como hilandero, esa es siempre la opción a elegir", dice Borthwick. “Fue la última pieza del rompecabezas de lo que fue un muy buen ataque. Cuando sabes que tienes un spinner realmente bueno, puedes usarlo en diferentes roles... así que siempre fue el caso intentar conseguirlos”.

Contra Worcestershire en abril, Kuhnemann realizó cinco entradas finales, lo que aseguró una ajustada victoria. En ese momento, otros hilanderos especializados en el circuito del condado estaban luchando por conseguir lugares regulares en el once inicial, y mucho menos por hechizos ganadores de partidos de bolos.

Y si eso habla de una falta de profundidad en las filas inglesas de spinning de primera clase, Durham se ha movido rápidamente para asegurar los servicios de Callum Parkinson de Leicestershire, uno de los mejores hilanderos nacionales del país, para el próximo año (casi seguro). Campaña de la División Uno. Este es un proyecto a largo plazo y Durham está sólo en el comienzo.

"Cada parte tiene que encontrar una manera de ganar partidos de cricket", dice Campbell. “Dentro del plantel que tenemos, esta es la forma en que lo vamos a hacer… ¿Somos perfectos? No, estamos lejos de eso. Pero creo que este grupo de jugadores está en camino de lograr algo especial”.

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